Al ser aplicada al suelo, el fósforo contenido en la roca se libera gradualmente a lo largo del tiempo, proporcionando un suministro constante de este nutriente a las plantas.
El fósforo desempeña un papel vital en la producción de energía de las plantas, el desarrollo de las raíces, la floración, la formación de semillas y la maduración de los frutos. La falta de fósforo en el suelo puede limitar el crecimiento de las plantas y afectar su productividad.